Monday, August 14, 2006

¿El Estado debe Proveer Todo?

La idea de que el Estado debe proveerlo todo a todos está bastante enquistada en la sociedad colombiana. Las constantes comparaciones entre el Estado colombiano y el danés, por ejemplo, son muestra de esta idea de que el Estado debe proveerlo todo. Por esta razón las campañas políticas se limitan a prometer el oro y el moro.

Sin embargo, las restricciones existen. El monto total de recursos de que dispone el Estado no es ilimitado, incluso, en contra de las percepciones de la ciudadanía y las demandas de los políticos tanto de derecha como de izquierda. Es divertido ver como entre más radicales son sus posiciones más recursos exigen del Estado. Es divertido ver que tanto la derecha como la izquierda, en sus versiones más radicales, propenden por el mismo modelo económico, un modelo estatista que garantiza posiciones privilegiadas a algunos pocos individuos con base en el uso exagerado de recursos que en últimas minan en equilibrio macroeconómico.

Desafortunadamente ese Estado no es más que una utopía, ¡no existe! Pero aún más preocupante, Colombia ha tenido históricamente una tradición política en la que, en campaña, se promete el oro y el moro, pero en el ejercicio del poder se respetan las restricciones presupuestales. Hoy en día esta tradición, aunque no parece romperse del todo, si está siendo dejada a un lado.

La idea de que el Estado debe proveer todo se ve en los $2.9 billones para subsidios a la gasolina. Y en el presupuesto de inversión se ve en un billón de pesos en inversión para el sector agropecuario. Se ve en $724.855 millones en el sector de ambiente y vivienda. Se ve en $2.9 billones del sector transporte.

Revisemos esos rubros. El de la gasolina se analizó en una columna anterior, luego aquí puedo decir simplemente que es un subsidio que beneficia a los más ricos.

Sector agropecuario, un billón de pesos. Con estos dineros se hará mantenimiento o construcción de 19.000 has. de distritos de riego así como se avanzará en 17% en los mega-distritos de Triángulo del Tolima y Ranchería en la Guajira. Si estos distritos tienen una fuerte composición de pequeños productores cabría pensar que hacen parte de la labor social del Estado, si no es así, entonces se está haciendo gasto regresivo. Pero omitiendo eso, es importante saber que se pueden generar esquemas de financiación donde el Estado sólo da acompañamiento y los usuarios ponen la plata, y no como en la actualidad, donde el Estado hace todo.

Se adjudicarán 30 mil has a 12 mil familias desplazadas, 100 mil a indígenas y 298 mil a campesinos. Es decir que los indígenas, que tienen adjudicado más de la mitad del país, reciben el 8.5% del total de tierras. Aún cuando son una minoría cuando se les compara con campesinos y desplazados y sobre todo, cuando poseen, repito, más de la mitad de las tierras del país.

Es que el ejercicio de lo público es un acto de priorización, como no hay plata para todo, uno tiene que mirar que es lo más importante, pero al parecer eso no se ha hecho.

Sector de ambiente y vivienda, $724.855 millones. En este caso la priorización se hizo bastante bien, se busca beneficiar 600 mil familias con acueducto, alcantarillado y aseo. Este tipo de programas disminuyen fuertemente la incidencia de enfermedades como la disentería, fuente de buena parte de la mortalidad en los primeros años de vida.

Sector transporte, $2.9 billones. Aquí se nota la total falta de priorización. Si los recursos son limitados uno debe buscar estrategias para disminuir costos de tal forma que los recursos se puedan focalizar en los sectores prioritarios. Por ejemplo, construir una carretera es bastante costoso, sin embargo bajo un sistema de concesión se puede proveer la carretera haciendo erogaciones mínimas.

Sin embargo los programas de este sector se ven así. Pavimentación y mantenimiento de vías por medio de contratación directa, 22.331 Km. Mantenimiento de vías por medio de concesión, solo en cuatro proyectos. Asumiendo que las concesiones de los cuatro proyectos son increíblemente extensas, es decir, en promedio 1.000 Km. tan solo el 15% de los proyectos se haría por medio del método “barato”, mientras que el resto, ¡85% de los proyectos se hace por el método caro!

De nuevo, aunque todos los gastos son buenos y benefician a muchos colombianos, la hacienda pública es un acto de prioridades, hay que priorizar, no decidir que es bueno. Es exactamente lo mismo que cuando un padre de familia decide pasar las vacaciones en la casa para poder pagar el colegio de sus hijos, no es que las vacaciones no sean buenas, es un acto de priorización. A los colombianos nos falta exigirle más activamente al Gobierno que invierta en los temas prioritarios, al final de cuentas, lo que pasa en este país es culpa nuestra.

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