Monday, October 23, 2006

La Banca para los Pobres

El Gobierno quiere que uno llame a la tienda del barrio a pedir Coca Cola 2lts y una tarjeta de crédito. ¡Por favor!
En los últimos días Ricardo Bonilla, del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional, presentó, en el diario El Tiempo, sus reacciones a las conclusiones de los estudios de la Misión Pobreza.

El Tiempo destaca una reacción: la largamente sostenida discusión sobre el sistema pensional de Pilares. Bajo este sistema todo lo avanzado en profundización de los mercados financieros, la correcta ubicación de recursos entre empresas, la competencia por las tasas de interés en los títulos de deuda pública y las bajas tasas de interés que benefician a los clientes del sector financiero se eliminaría. Un sistema de pilares no es otra cosa que el sistema que existía antes de la Ley 100 de 1993 para los más pobres y un sistema de ahorro individual (como el actual) para los más ricos.

Sin embargo nada se dice de un problema que le compete a la Superintendencia Financiera. A saber: el riesgo moral que subsiste en el mercado de activos financieros por la existencia de bancos y fondos de pensiones con el mismo dueño.

Explico el problema. La razón de ser de un banco es prestar plata. La tasa de interés a la que presta está determinada por diversos factores, pero en general se puede resumir en la oferta y la demanda por liquidez que se presente en el mercado.

Un fondo de pensiones es básicamente un gran jugador con mucha liquidez, que influye decisivamente en el nivel de la tasa de interés. En la medida en que tiene recursos suficientes para hacerla bajar al prestarle (por medio de la bolsa de valores) a las grandes empresas, puede liberar recursos del sector financiero para los pequeños clientes (las personas naturales).

Si un fondo de pensiones es propiedad de un banquero, tanto el banco como el fondo pueden prestar a la misma tasa de interés artificialmente elevada. Esto hace que tanto bancos como fondos de pensiones tengan los mismos incentivos y funcionen como un cartel. Desde luego este comportamiento termina por ir en contravía de lo inicialmente planteado al crear las cuentas de ahorro individual y elimina la posibilidad, para los pequeños demandantes de crédito, de beneficiarse del ahorro de largo plazo de la economía.

Por esta razón, nos permitimos defender, desde aquí, la imposición de normas más duras para la tenencia de fondos de pensiones por parte de los bancos. De esta forma se podría garantizar una caída más acelerada de la tasa de interés y mayores beneficios, en términos de costo de los créditos, para los más pobres. Esta es la verdadera banca de las oportunidades. Una reforma en este sentido tiene efectos mayores en el acceso al sistema financiero que las peluquerías con cuentas de ahorro en los pueblos más alejados, como extrañamente argumenta el Gobierno.

Tuesday, October 10, 2006

Una Contradicción Cruelmente Burlesca

La cobertura universal en salud cuesta $9.7 billones.

El pasado 9 de octubre el Departamento Nacional de Planeación anunció la culminación del proceso de depuración de la base de datos del SISBEN. Dentro de los principales resultados se encuentra que: entre los niveles 1, 2 y 3 suman 31,3 millones de colombianos. Así mismo el DNP encontró que en los niveles 1 y 2 hay 26,3 millones de colombianos.

Dentro de los hallazgos más importantes está el saneamiento de alrededor de 6 millones de dobles registros, lo que inflaba los costos proyectados para ofrecer salud, educación y subsidios de vivienda, para los más pobres.

Sin embargo no todo es color de rosa. El gobierno sigue sacándole el cuerpo a la cobertura universal en las tres áreas mencionadas. Cerca de la tercera parte de la población sigue sin cobertura en salud; los resultados en educación básica, aunque estimables, no alcanzan para llegar a las comunidades más pobres; y en el caso de los subsidios de vivienda ($724.855 millones y 600 mil familias el próximo año) aún queda una brecha entre el sector urbano y el rural que apenas se está empezando a cerrar.

Dimensionando sólo uno de los tres temas más importantes para la población, la salud, que se facilita por la presencia de costeos fijos y fácilmente medibles, se llega a lo siguiente. La unidad de pago por capitación del régimen subsidiado (UPCS), sobre la que se giran los valores por cada afiliado a las ARS fue fijada por el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud en $215.712 para 2006.

Como se dijo anteriormente, el gobierno estima que cerca de 23,6 millones de personas se catalogan como SISBEN 1 y 2, así mismo los niveles 1, 2 y 3 representan cerca de 31,3 millones. De esta forma dar cobertura universal para los niveles 1 y 2 cuesta cerca de $5,7 billones y cuando se incluye el nivel 3 el costo asciende a $6,8 billones.

Sin embargo estos cálculos se debe corregir por las diferencias entre regiones, asumiendo un sobrecosto de 20% por este concepto el valor total llega, para niveles 1 y 2 a $6,8 billones e incluyendo el nivel 3 a $8,1 billones.

Pero aún hace falta incluir los costos financieros y algún nivel de ineficiencia en las entidades que administran los recursos. De nuevo, si se supone un sobrecosto de 20% las erogaciones necesarias quedan así. Para niveles 1 y 2, $8,2 billones; cuando se incluye el nivel 3, $9,7 billones.

Ahora, el Presupuesto General de la Nación para el año 2006 asciende a $107,5 billones, es decir que el costo de un programa que llevaría salud a la totalidad de los colombianos pobres sólo costaría el 9% del total de recursos que gasta al año el Gobierno.

Sin embargo constantemente el Gobierno le dice a la opinión pública que no hay plata, demoran semanas en solucionar problemas como el recientemente surgido con el Hospital Materno Infantil, gasta $2,9 billones en subsidios a la gasolina y cerca de $3 billones en construcción de carreteras.

Como siempre se ha defendido aquí, lo público no es un acto de decidir qué es bueno y qué es malo, lo público es un acto de priorizar. Y de nuevo, el Gobierno ha fallado en esta tarea. El mismo Gobierno que pretende dar cobertura en salud con los escasos recursos de la Nación, ha dado más peso a la gasolina de los Volvo y a las carreteras para las Toyota. Todo esto por una contradicción cruelmente burlesca.

Monday, October 02, 2006

Aborto, Uniones del Mismo Sexo, Pederastia y Excomunión

Resultan, desde todo, punto de vista aterradores los dos casos de sacerdotes colombianos con perversas debilidades hacia sus fieles más jóvenes.

En la última semana se denunciaron públicamente dos terribles casos de sacerdotes que practicaban constante y sistemáticamente abusos sexuales contra niños. Sin embargo, los afectados han tenido que buscar justicia en México y Estados Unidos. El argumento de la justicia colombiana es que no hay posibilidad de llevar un proceso, pues estos delitos ya precluyeron, es decir, se pasó el tiempo. Esto es lo mismo que decir: “Como no hice nada para castigar a los culpables, porque la gente no denuncia, ahora que denuncia no hago nada porque ya todo es muy viejo.”

Cosas interesantes. Supuestamente el Congreso estaba tramitando, hace unos años, una ley que haría que este tipo de delitos (violaciones a menores) no precluyeran. Pero al parecer no pasó y si pasó, parece ser que no se aplica para los viejos.

Pero ese es el menor de los problemas. En un país donde se cometen alrededor de diez millones de delitos al año y se judicializa un millón. Donde la mayoría del país aún funciona con el vetusto sistema penal escrito y donde cada caso, por simple que sea, puede constar de, al menos, unas quinientas páginas, que la justicia sea coja es algo completamente entendible.

El mayor de los problemas. Imagínense una entidad que moraliza al pueblo. Esa entidad está encargada de evitar los excesos de sus afiliados. Les prohíbe conductas como el uso del condón (por truncar una vida potencial), el aborto (por segar una vida existente) y las uniones del mismo sexo (por ir en contra de la familia natural, que es la que procrea y da vida). Es más, a aquellos que incurren en esas conductas los excomulga. Pero esa entidad, para desilusión de sus afiliados, no hace nada respecto a sus emisarios mal-comportados.

Cuando a la Iglesia se le contradice o se hace algo que no es permitido por su credo, salen a los medios de comunicación a decir hasta misa. Cuando son sus sacerdotes los que pecan terriblemente, los envían a un convento en Europa, los trasladan y no dicen nada.

Es indescriptible esa superioridad de los sacerdotes, que los hace inmunes a la calificación como pecado de sus conductas más terribles. A ninguno de estos destructores de vidas (¡de vidas de niños!) los han excomulgado, ni pública ni privadamente.

Con toda certeza, si Dios existe y es tan bueno como los sacerdotes predican, no debe sentirse muy agradado por una Iglesia que hace lo que hace la Católica.

Ojo: Obispos y Cardenales, incluso las más buenas obras se pueden dañan por errores pequeños, y en este caso, el error es gigantesco.
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