Thursday, October 18, 2007

¿Mojigatería o Técnica?

Parece ser que la mojigatería no es más que una técnica. No es otra cosa que la expresión de los intereses afectivos del ser humano.
Una tarde de domingo estaba hablando con una amiga. El tema de conversación era la durabilidad de las relaciones y los mecanismos para maximizar la probabilidad de que esas relaciones fueran duraderas. Al final nunca nos pusimos de acuerdo, pero salieron dos interesantes modelos que explico a continuación. Les dejo a ustedes sacar sus propias conclusiones.

El primer modelo, bastante más optimista sobre la condición humana que el otro, suponía dos grupos de personas. Aquellas dispuestas a tener una relación seria con usted, y aquellas que no. Dentro del grupo de las que no, se encuentran algunas sobre las que usted ejerce algún tipo de atracción. Al final, son esas últimas personas las que terminan haciendo de las relaciones algo difícil, algo inestable. Un constante hit and run.

Sin embargo siempre existe la posibilidad, aunque menor, de que el o la nueva pretendiente, pertenezca al primer grupo. De tal forma que usted siempre está dispuesto a apostar. Siempre esta dispuesto a darse otra oportunidad.

De este sencillo modelo se derivan dos puntos importantes. El primero, que además de ser conclusión es supuesto, es que el mundo no es tan malo como uno cree. Siempre hay gente dispuesta a apostar y siempre hay gente con la que vale la pena apostar. El segundo, es que no importa qué haga usted ni cual sea su estrategia. Si la persona con la que está saliendo pertenece al primer grupo y los dos logran entenderse, los chances de una relación estable son altos.

El segundo modelo es mucho más sombrío que el anterior. Es más turbulento. Menos humano. O más, dirían algunos. Este modelo parte de la idea de que hay un solo grupo de personas en la Tierra. Un grupo comparable al segundo de nuestro modelo optimista. Un grupo donde el interés en tener una relación estable es nulo. Un grupo donde lo único que mueve los atisbos de relación, es la atracción que alguien sienta por otra persona. Nada de intereses de largo plazo. El corto plazo, el cortísimo plazo, está a la orden del día.

Bajo este modelo, la explicación de porqué existen relaciones estables viene de la siguiente forma. Las relaciones estables se presentan cuando se crean lazos afectivos. Como todo el mundo está jugándole al cortísimo plazo, y en el cortísimo plazo la posibilidad de crear lazos afectivos es muy reducida, la única estrategia estable en el tiempo y ganadora, es hacer caso omiso de sus propios intereses. Es decir, olvidarse de que uno lo que quiere es el cortísimo plazo, y hacerse el loco, obligando a la otra persona a que, en busca de sus intereses inmediatos, le dedique el tiempo suficiente para generar lazos afectivos (o para destruirlos, hay cada tipo de gente).

Al final ambos modelos explican perfectamente la evidencia, es más, ambos concluyen, en términos de hechos, lo mismo. Hay relaciones estables y esas relaciones son difíciles de encontrar. Como las diferencias de los modelos parten de las diferentes concepciones humanas (bondad, autointerés, sinceridad), las implicaciones sobre las estrategias son diferentes.

En el primer modelo se enmarca perfectamente la estrategia descrita por esa frase que dice: “no busque, eso le llega,” detrás de eso está la idea de que eventualmente usted da con alguien del grupo bonachón. En el segundo modelo se enmarca la estrategia más vista entre las mujeres: “hay que hacerse la difícil,” pues con esto logran incentivar una mayor dedicación de tiempo por parte de sus eventuales pretendientes, y en ese tiempo generan lazos.

La evidencia. Bueno, aquí no puede uno decir nada que no sea prejuicio. Pero si me preguntan el mío, parece ser que las niñas que se hacen las difíciles tienen mayores chances de tener relaciones estables que las que no. Parece ser que incluso, tienen más chances que la gente que se sienta a esperar que le llegue, porque eso, buscándolo, no es. Al final, parece ser que tanta mojigatería no es más que una técnica. No es otra cosa que la expresión de los más altos y bajos intereses del ser humano.

Monday, September 10, 2007

Economía, Filosofía y Psiquiatría


Los economistas parecemos ser muy malos cuando intentamos decir porqué la gente decide como decide, pero peor aún: ¡la gente piensa como nosotros!

Jeremy Bentham (1748-1832)

Durante los poco más de dos siglos que tiene nuestra ciencia los economistas hemos desarrollado todo un arsenal de herramientas matemáticas que nos permiten predecir, con cierta certeza, qué decisiones van a tomar las personas en determinadas situaciones controladas. Sin embargo hemos obviado, por razones de simplicidad, los procesos que llevan a una persona a tomar una u otra decisión.

Dentro de las muchas conclusiones que hemos sacado los economistas hay una en particular que me ha llamado la atención: más es mejor.

Desde que nació el utilitarismo, por allá en el siglo XVIII con Jeremy Bentham, la idea de que más es mejor, de que el exceso nos hace felices, ha permeado profundamente la sociedad. En principio, el utilitarismo defendía la idea de que la labor del gobierno era maximizar la felicidad total de la sociedad. En últimas, esto implicaba que las felicidades de las personas se pudieran sumar o, al menos, que existiera algún mecanismo de agregación de las felicidades.

Cuando se extiende el argumento, el hecho de poder maximizar la felicidad de la sociedad implica que las felicidades de las personas se pueden comparar. En esta parte, la economía de finales del siglo XIX y principios del XX tomó la salomónica decisión de que no se podían comparar. Que uno, en últimas, no puede medir la felicidad de una persona y que por lo tanto, intentar quitarle algo a alguien con el argumento de que dárselo a otro genera más felicidad para la sociedad, está mal.

Bueno, hoy sabemos que las comparaciones de felicidad entre personas sólo las pueden hacer las mismas personas dentro de sus propias negociaciones y que los agentes externos somos completamente ineptos para hacer esas comparaciones. Así que el gobierno no puede hacer estas comparaciones, pero las Constituciones sí. El gobierno no porque es un grupo de personas, pero las Constituciones sí, porque son un contrato social, que necesita cierto equilibrio para mantenerse durante largos periodos de tiempo, como suele pasar en la práctica.

Al margen de esto, me causó mucha curiosidad como la idea de las comparaciones interpersonales hace parte de la vida de la gente.

Una vez estaba yo terriblemente deprimido. Un amigo, de esos que no entienden las depresiones, decidió, en mi presencia, hablar con una señora que vende dulces a la entrada de Cha Cha. La idea de su conversación era demostrarme como mi vida era mejor que la de la señora y que el hecho de que ella fuera feliz, implicaba que yo debía serlo también.

Gracioso, mi amigo es médico, pero pareció ser más economista que yo. Más radical que yo. De pronto nuestro médico se había convertido en una hermosa reencarnación de Bentham, con los crespitos y todo. Había decidido que mi situación individual, que mis procesos químicos, no debían interferir con lo que él pensaba era la mejor situación mía por encima de la de la señora de los dulces.

Eso me hizo caer en cuenta una cosa. Los economistas, cuando observamos las decisiones de un individuo, no tenemos en cuenta el proceso de toma de decisiones, sólo el resultado. Al final, llegamos a la conclusión de que a una persona le gusta más X que Y porque gasta más dinero en X. Pero no sabemos porqué.

Y ahí debería entrar la neurociencia. Tender a elegir sistemáticamente una cosa sobre otra puede implicar un mayor gusto o un menor mal, pero también puede evidenciar una falla en el proceso de toma de decisiones, un problema psiquiátrico, dirían algunos.

Como yo lo veo, es básicamente lo siguiente. Los economistas en nuestro afán por simplificar, hemos llegado a una ecuación de felicidad que solo incluye los bienes a los que se accede (pueden ser materiales o no), pero no tenemos en cuenta de dónde salen los ponderadores que hacen que un bien sea más querido que otro.

Esos ponderadores no pueden salir de otra parte que de la química cerebral de las personas, de modo que diferencias químicas terminan por generar diferentes funciones de felicidad. Así que a los economistas nos falta mucho por aprender de la neurociencia.

Creo que en un futuro lejano, la economía, como ciencia que estudia los procesos de toma de decisión de las personas, terminará más cerca de la psiquiatría que de la ciencia política, a pesar de que esto le rompa el corazón a más de un amigo mío.

Tuesday, July 24, 2007

Los ex y los Amigos

“Si te metes con mi ex me estas traicionando” resulta ser una tierna recreación del dictatorial “o estas conmigo o contra mí”

Esta columna continúa con la tradición, ya conocida, de hablar no sólo de temas políticos sino de temas más humanos. Y aunque no falta el que diga que el afán de poder de muchas personas es el sentimiento que más evidencia la condición humana, también se debe reconocer que esa condición humana hace que nos preocupemos, la mayor parte del tiempo, por cosas que nos afectan más directamente que la política.

La motivación de este escrito es harto conocida entre mis amigos más cercanos, pero el tema no deja de ser universal y pedagógico. Lo que aquí hemos venido a defender es básicamente la idea de que vetarles a los amigos cualquier posibilidad de relación con los ex es el acto menos amistoso que se puede concebir. De hecho, esta idea es completamente contraria y excluyente de la ampliamente conocida que sostiene que el hecho de que un amigo se involucre que con un ex es un acto de irrespeto de la mayor gravedad. Explico lo que digo.

Hay pocas cosas tan difíciles de conseguir y mantener como una relación afectiva. Incluso, parece ser más fácil granjearse enemistades y generar simpatías de largo plazo que sostener una relación amorosa de largo aliento. Los problemas inician entre la tercera semana y el tercer mes y de ahí en adelante sólo se repiten indefinidamente, aunque ojalá con poca frecuencia, para aquellos más afortunados que el suscrito.

Esas relaciones, como dije, no sólo son difíciles de mantener, también de conseguir. Es decir, una vez se esta dentro del grupo de los afortunados nada garantiza que se siga indefinidamente dentro. Pero peor aún, si se esta por fuera, entrar a este codiciado grupo resulta ser una tarea titánica y con un vasto componente de azar.

Y en un mundo donde el azar juega un papel tan importante y las probabilidades son tan bajas, una oportunidad nueva puede representar la cuarta o tercera parte de esa probabilidad. La cuarta o tercera parte de la probabilidad de mejorar ostensiblemente la felicidad de alguien. Así que cualquier oportunidad, indefectiblemente, debe valer la pena.

En estos casos es muy triste cuando los amigos generan vetos sobre personas con las que existe esa posibilidad. Aunque suelen escudarse en las ideas de respeto, lealtad y dolor; al vetar gente a los amigos, las personas están quitando de en medio la cuarta o tercera parte de las probabilidades de que sus amigos sean felices. Es decir, el veto es básicamente una forma (probable, no certera) de buscar la infelicidad de los amigos. Y digo probable solamente porque la posibilidad de tener una relación con alguien nunca es completa, siempre hay algún traspié.

Si los amigos esta ahí para hacer felices a las personas, para ayudar en los tiempos difíciles y celebrar en los mejores, uno no entiende como pueden buscar su infelicidad. De modo que cualquier atisbo de veto, sólo puede estar evidenciando una persona auto-interesada y egoísta, alguien que no parece ser un verdadero amigo.

__________________________________

Anexo Técnico

Suponga que la función de felicidad afectiva de una persona posee cuatro argumentos.

U=U(A,B,C,D)

Cada argumento corresponde a una persona identificable e individualizable por parte de nuestro agente.

Suponga además que el valor máximo de A, B, C y D es la unidad, pues uno sólo puede estar cuadrado con la misma persona una vez en mismo momento del tiempo. Si no esta cuadrado con esa persona, el argumento es igual a cero.

A, B, C y D pertenecen a [0,1]

Para simplificar, suponga que los niveles de utilidad son iguales para el agente cuando esta cuadrado sin importar si esta con A, B, C o D y que la felicidad máxima se obtiene cuando se está cuadrado. Matemáticamente:

Máx U = U(1,0,0,0) = U(0,1,0,0) = U(0,0,1,0) = U(0,0,0,1)

Para que lo anterior sea cierto uno debe introducir la restricción de que sólo uno de los argumentos puede ser uno en determinado momento. Esto es:

A + B + C + D <2
Ahora, tengamos en cuenta que A, B, C y D no son las únicas personas del universo y que sus funciones de utilidad pueden o no contener a nuestro agente. Por simplicidad, digamos que D no tiene a nuestro agente dentro de su función y que por lo tanto (0,0,0,1), aunque genera un máximo en la utilidad, no es factible. Luego nuestro agente queda con las siguientes tres opciones:
Máx U = U(1,0,0,0) = U(0,1,0,0) = U(0,0,1,0)
Suponga que A, B, C y D pueden conocer a nuestro agente con una probabilidad cercana a cero, algo posible si nuestro agente vive en Bogotá, pues la probabilidad de conocer a una persona específica es algo así como 1/7.000.000
De modo que la probabilidad de conocer a cualquiera de las tres personas factibles para relación es 3/7.000.000.
La felicidad esperada es:
(1/7.000.000)*U(1,0,0,0)+(1/7.000.000)*U(0,1,0,0)
+(1/7.000.000)*U(0,0,1,0)+(0)*U(0,0,0,1) = 3
Por simplicidad asumiremos que esto suma tres unidades. Ahora, suponga E es amigo de nuestro agente y por cosas de la vida A es su ex. E en un acto de amistad le propone a nuestro agente que para que no tengan problemas, elimine a A de su set de posibilidades. Esto es que (1,0,0,0) sea una combinación no factible. La felicidad esperada en este caso es:
(0)*U(1,0,0,0)+(1/7.000.000)*U(0,1,0,0)
+(1/7.000.000)*U(0,0,1,0)+(0)*U(0,0,0,1) = 2
Así que está reduciendo su felicidad esperada de 3 a 2, es decir, que para nuestro ejemplo, E hace infeliz a nuestro agente en la tercera parte de los casos en que hubiera sido feliz. Si la función de los amigos es maximizar la felicidad de sus amigos, E contradice esta frase, luego E no es amigo. Cualquier otra sustentación se dará por el lado de la utilidad de E y no la de nuestro agente, su amigo. Lo que convierte a E en un ser egoísta y auto-interesado.

Monday, June 04, 2007

La Suerte de la Fea…

Contrario a lo que se piensa, la belleza y el amor no van de la mano.

Cuando un hombre o una mujer quieren conseguir pareja, a lo primero que recurren es a la pérdida de peso, a usar su mejor vestido y a todos esos truquillos que los hacen ver más bellos. Sin embargo, haciendo esto pueden estar logrando un efecto contrario al que quieren. Es una simple y sencilla verdad. Otro de esos resultados ineludibles de una de esas verdades innegables.

El modelo. Pensemos en algo no alejado de la realidad. Existen dos bellezas, la exterior y la interior. Y hagamos un supuesto común y evidente en el día a día: la belleza interior es la única relevante para efectos del enamoramiento. Vamos más lejos, la belleza exterior sólo sirve para lograr la atención de alguien, de ahí en adelante depende de uno, no de su apariencia, mantener la conversación y el interés.

Para una persona, cualquiera que sea su dotación de belleza interna o externa, la tolerancia hacia las actitudes que le molestan de su pareja es menor, en la medida en que pueda cambiar de pareja más fácilmente. Es decir, si consigues compañía fácilmente, cambiarás más fácilmente de compañía cada vez que no te guste algo de la que tienes.

Ahora supongamos que la belleza interna: la bonachonería, la jocosidad, la ternura y la inteligencia, están igualmente repartidas por el universo. Es decir: que de los bonitos y los feos, las mismas proporciones tienen o no belleza interna. Algo así como: si la mitad de los feos tienen belleza interna, la mitad de los bonitos también la tiene. Esto hace que, dada una relación, en promedio a los bonitos les dure menos. Pues aunque tienen la misma probabilidad de ser bellos interiormente que los feos, tienen menos disposición para ‘soportar’ las cosas que les molestan de su pareja. Pues la probabilidad de cuadre nuevo depende de qué tanto llame la atención y de qué tanto pueda mantener el interés.

En últimas, esto último es una modificación de los modelos de salarios de eficiencia. En un mundo con pleno empleo, el incentivo a esforzarse en el trabajo es menor, si no inexistente. Este efecto se evita porque los empresarios pagan un salario mayor al de equilibrio, lo que hace que la demanda laboral sea menor, se de desempleo y exista una penalidad por ser despedido (el desempleo mismo).

Repitiendo el párrafo anterior para relaciones. En últimas, esto último es una modificación de los modelos de salarios de eficiencia. En un mundo donde todo el que termina se cuadra inmediatamente, el incentivo a luchar por una relación es menor, si no inexistente. Este efecto se evita porque las personas dan más de lo que deberían en una relación, lo que hace que la cantidad de personas dispuestas a cuadrarse sea menor, haya solteros y exista una penalidad por no ser buen novio o novia (la soltería misma).

Así que en un mundo donde una persona al terminar con su pareja actual dure mucho tiempo soltera, el esfuerzo por mantener la relación será mayor y por lo tanto la relación durará más. Sin embargo, como es apenas obvio, los bonitos pueden conseguir pareja más fácilmente, lo que hace que la penalidad por ser mal novio o novia sea menor. De aquí que luchen menos por sus relaciones, terminen más y sus noviazgos duren menos.

En últimas, si el aporte de felicidad de una relación es proporcional al tiempo de duración (por mayor conocimiento de la pareja, confianza y demás), los bonitos son en promedio más infelices que los feos. Y de paso más solitarios. Qué desconsuelo. ¡Y saber que gastamos un porcentaje creciente de nuestra renta en productos de belleza!

Thursday, May 31, 2007

La Externalidad del Sexo

Contrario a lo que dice la Iglesia. Dios recompensa a Sodoma y Gomorra.

Cuando el Presidente habla de aplazar el gustico o la Iglesia habla de la abstinencia como método para prevenir las enfermedades de transmisión sexual pueden estar generando aún más infecciones. Y no hablo de prohibir el uso del condón. Eso es apenas evidente. El problema acá es que entre más casto y puro, se es más proclive a contraer alguna ETS.

No se trata, como se imaginarán algunos, de la supuesta mayor conciencia de la gente promiscua sobre el uso de preservativos. Se trata de una simple y sencilla verdad. Un resultado ineludible de una verdad innegable. Veamos la cosa.

Suponga que usted conoce cuatro posibles parejas sexuales. Usted no sabe cual es cual. Sin embargo dos son terriblemente promiscuas y las otras dos tienen aventuras sólo una vez al año. Así las cosas, de terminar con alguna de estas personas en su alcoba, usted tendría 50-50 de chances de encontrar una pareja segura.

Ahora si las personas que sólo tienen aventuras una vez al año, tuvieran aventuras dos veces al año, las probabilidades serían dos de tres. Esta es la razón por la cual, el aumento de la actividad sexual por parte de los conservadores sexuales puede disminuir la tasa de infección de las ETS. Si tener múltiples parejas sexuales salva vidas, la monogamia puede ser letal.

Intuitivamente, en un país en el que todas las mujeres son monógamas (por ejemplo algún país africano), pero los hombres demandan, al menos, dos mujeres por año, habrá un mercado prolífico y rentable para la prostitución. Bajo estas condiciones, las prostitutas terminarán todas infectadas después de cierto tiempo. De modo que todos los hombres se infectarán y trasmitirán las ETS a sus parejas monógamas. El resultado es una infección generalizada.

Sin embargo, si las mujeres monógamas decidieran tener sexo extramarital al menos una vez al año, el mercado de la prostitución se quedaría sin demanda, por lo tanto la tasa de infección disminuiría y el virus, incapaz de reproducirse más rápido que el tiempo en el que mata a los infectados, desaparecería lentamente.

Imaginemos una mujer que llega a una fiesta en la que pudo haber conocido a un hombre saludable. Sin embargo, por cosas de la vida, el hombre saludable decidió abstenerse como método de protección y esta mujer termina conociendo a un hombre infectado. Uno puede pensar que, incluso si el hombre sano no se hubiera abstenido y hubiera terminado con la mujer, eso no previene que el hombre infectado termine cortejando a otra mujer, de este modo, la falta de abstinencia sólo habría cambiado la mujer víctima.

Ante esto hay dos cosas que decir: primero, no sabemos si el hombre infectado hubiera podido “levantar” esa noche. Lo que de entrada reduce la tasa de infección. Segundo, la disminución de la tasa de infección no es el único objetivo social, si esto fuera así lo obvio sería acabar con el sexo. Lo que realmente queremos minimizar es el número de infecciones resultantes de un número determinado de encuentros sexuales. Incluso si el hombre sano hubiera terminado con la mujer y el hombre infectado hubiera conseguido otra conquista, se habría hecho a alguien más feliz. Es decir, alguien más habría obtenido los placeres del amor.

La externalidad. Cuando una persona tiene un pasado sexual limitado, su oferta de sexo es menor a la socialmente óptima. Esto se da porque sus servicios están subvaluados. Si las personas conservadoras sexualmente pudieran mostrar de forma creíble sus pasados sexuales, los demandantes de sexo conscientes de las ETS, aumentarían su demanda por las personas conservadoras. Pero esto no pasa, nadie le cree a alguien que busca sexo, que no ha sido una persona promiscua en el pasado. Por esta razón, la gente conservadora no relaja su restricción a la oferta de sexo.

La pregunta es ¿cómo subsidiar a las personas conservadoras, de tal forma que aumenten su oferta de sexo, sin que esto implique que las personas promiscuas e infectadas aumenten también su oferta? La respuesta, subsidiar condones.

Nuestro hombre infectado sabe que es más probable que tenga una ETS que nuestro hombre sano, básicamente porque ha tenido muchas más parejas sexuales. Por esta razón es posible que valore los condones mucho menos que el hombre sano. Los condones subsidiados son, entonces, una forma de aumentar la oferta de sexo de las personas sanas y conservadoras.

Por otro lado, hay otra razón por la cual subsidiar los condones. El uso de condones esta subvaluado también. Cuando se usa un condón, se protege a uno mismo y a sus compañeros futuros. Pero uno es premiado solamente por el menor chance de infección en el momento (no por la menor probabilidad de infectar a futuros compañeros). Como los compañeros potenciales no saben sobre la historia de uso de condón de una persona, no van a incrementar su demanda, de modo que no se presenta un premio por el uso del condón igual a sus beneficios sociales.

La Iglesia ha argumentado que los condones subsidiados tienen un efecto bueno y otro malo. Por un lado disminuyen la probabilidad de contagio (efecto bueno) y por otro aumentan la proclividad de las personas a tener relaciones aumentando el número de contagios (efecto malo). Sin embargo, como se mostró, el aumento de relaciones por parte de personas no contagiadas aminora la tasa de infección. De modo que el efecto malo no es tan malo. El efecto malo es bueno. Y de paso se hace feliz a más gente.

Para el modelo matemático ver:
Landsburg, S. (1996) “More Sex is Safer Sex, and Other Surprises”, University of Rochester.

Tuesday, May 22, 2007

Sobre las Mentiras de la Izquierda (II)

¡Y seguimos representando la posición más radical de izquierda!
Retomo el tema de las mentiras de la izquierda. Hoy le toca el tema a las pensiones. Como no quiero entrar en temas áridos de estudios actuariales y costos políticos voy a hablar de algo que ha hecho carrera en las últimas semanas: el pasivo pensional de las universidades públicas.

Las protestas que infartaron el ya deteriorado tráfico capitalino se originaron en un artículo del Plan de Desarrollo, este artículo básicamente busca que las pensiones de los docentes de las universidades públicas se paguen, tanto con recursos de las universidades, como con recursos del Presupuesto General de la Nación.

Al respecto, Alejandro Gaviria comenta que esto es exactamente lo mismo que ha venido pasando en los últimos años. Así que uno no entiende como es que el artículo, que formaliza lo que ya venía ocurriendo informalmente, genera tal caos.

Dos temas entran en este punto. El de la equidad y el de la protesta. Frente al segundo la posición es obvia, la izquierda usa sistemáticamente como idiotas útiles a los estudiantes de la universidad pública. Los pone a marchar por un artículo que hace formal lo que ya pasaba. Como es apenas obvio, la izquierda, que defiende a los pobres, debe tener muy claro que lo que hace daño no son las leyes sino las acciones u omisiones que se derivan de esas leyes. Así que si no habían protestado antes, cabe preguntarse porqué lo hacen ahora. Como el efecto sobre la misma gente de la misma política es el mismo y antes no protestaban, debe ser que ni la política ni la gente son los que importan. La razón de la protesta es, entonces, otra diferente. Una que no nos han contado. Una que no deben poder contar.

Por el lado de la equidad. Sigo con mi martirio, resulta que sigo pensando en los pobres. Una pensión que alguien recibe y para la que no ahorró es básicamente un regalo que le da alguien. Como el pensionado ya no trabaja y como los únicos que producen son los que trabajan, el regalo debe ser de parte de los que trabajan para los que no trabajan. Hasta ahí nada de malo. Para que ese regalo sea justo, el regalo que da cada persona que trabaja hoy, debe ser igual al regalo que va a recibir en el futuro.

Es una cosa de simple justicia. En la medida en que haya un desequilibrio. En la medida en que haya alguien que reciba más que lo que dio. Alguien esta perdiendo. Y en este caso, en las pensiones, los que pierden son los jóvenes, que suelen ser los más pobres, cuando se les comprara con los viejos. Así que la izquierda defiende los privilegios de los de hoy, a costa del trabajo de los de mañana.

Muy lindo, quítele plata al hijo para dársela al papá. Y como la plata se acaba, no le de nada al hijo. Al final, lo que vamos a tener, es un montón de viejitos, los jóvenes de hoy, sin pensión y sin la posibilidad de exigirla por medio de pagos que hagan sus hijos. Pues en esos momentos, ellos seguirán pagando la pensión de sus abuelos.

Cada vez duermo menos. Ahora resulta que no sólo me importan los pobres. También me importan los viejitos. Los de hoy, para que reciban pensiones justas. Y los de mañana, para que reciban pensiones también justas. Parece ser que a la izquierda sólo le importan los de hoy. Parece ser, de nuevo, que yo, un neoliberal desalmado, represento la posición de izquierda más radical del país.

Friday, May 04, 2007

Sobre las Mentiras de la Izquierda (I)

Parece ser que los neoliberales desalmados representan la posición más radical de izquierda.
Mucho se ha dicho sobre las mentiras de la derecha. Que el TLC beneficia a los ricos. Que las reformas laborales afectan a los trabajadores y benefician a los empresarios. Que la reforma a la salud va en detrimento de la calidad del servicio y aumenta las ganancias de las EPS. Que las reformas pensionales afectan a los viejitos. Entre muchas otras cosas. Según esto, al parecer, la izquierda lucha por los intereses de los más pobres. Veamos que tan cierto es eso. Esta semana voy sólo con el TLC, las siguientes tres hablaré de los otros tres temas.

Sobre el TLC. Empecemos por algo teórico. Cuando los consumidores están dispuestos a pagar un precio por algún bien, pero en la realidad pagan menos que ese precio, se genera lo que los economistas llamamos excedente del consumidor. Esta es la medida del bienestar más aceptada desde hace más de cien años. Este es bienestar para los consumidores, que somos todos. Bienestar para muchos.

Por el contrario, cuando la diferencia grande se da entre costos de producción y precio, se genera lo que los economistas conocemos como excedente del productor. Excedente para los ricos. Excedente para pocos. Bienestar para pocos.

Desde principios del s. XIX con David Ricardo, un famoso economista inglés, la economía ha demostrado, y la experiencia también, que el libre comercio genera caídas en los precios que enfrentan los consumidores. Esto hace que al final, los mismos consumidores, con la misma disponibilidad a pagar, terminen enfrentando, por efecto de la competencia, precios más bajos a los que se verían sin libre comercio. De modo que el comercio genera bienestar para los consumidores. De nuevo, bienestar para muchos.

En este punto cabe preguntarse: si el libre comercio es tan bueno, ¿por qué la izquierda, que lucha por los más pobres, lo ataca? No podría dar una respuesta concluyente a esa pregunta. Posiblemente son razones ideológicas más que razones de bienestar para los pobres. Veamos el caso de los productos agrícolas.

El campo tiene unas particularidades muy especiales. Tiene los índices de pobreza y de necesidades básicas insatisfechas más altos del país. Básicamente, en el campo, son muy pocos los ricos y muchos, muchísimos, los pobres. Esos pobres subsisten de cultivos de pancoger, que en últimas, es lo mismo que tener una huerta y alimentarse de lo que eso produce. Para estos campesinos los cambios en los precios de mercado no importan. Cuando uno no hace parte del mercado, lo que allí ocurra no lo afecta. De modo que los campesinos pobres no son objeto de análisis en cuanto a las ventajas o desventajas del TLC.

La idea de la izquierda es que si uno abre las fronteras a productos agrícolas subsidiados, las fincas nacionales quebrarían. En este caso cabe aclarar que de miles de productos agrícolas que produce el país, son muy pocos los que subsidia Estados Unidos. Para la izquierda, si las fincas quiebran se genera pobreza.

Vamos por partes. Como los campesinos con cultivos de pancoger están fuera del mercado, no hacen parte de la fuerza laboral disponible en el campo. Así que los cambios en el precio y las quiebras de las fincas no los afectan. El efecto se da en los campesinos y las fincas que producen cosas para vender.

Aquí hay que separar dos efectos. Uno es el efecto en los trabajadores y el otro es el efecto en los dueños de las fincas. El efecto en los trabajadores es el siguiente. Como una finca produce todo lo que puede producir, el efecto de un cambio en precios, no cambia las cantidades producidas, por eso a veces se presenta sobreoferta de diversos productos. En últimas, los finqueros no pueden decidir producir menos, eso lo deciden un año antes, así que les toca soportar lo que venga.

Si el finquero no puede cambiar su nivel de producción, no puede cambiar la cantidad de personas que contrata. Las necesita para producir. Como no cambia la cantidad de personas que contrata, la demanda laboral no cambia (en jerga de economista, la curva queda igual). Por otro lado, el número de personas dispuestas a vender su fuerza de trabajo es el mismo, así que la oferta laboral tampoco cambia (en jerga de economista la curva queda igual). Como es apenas lógico, si ninguna curva se mueve, la situación queda igual. Las curvas, en últimas, se cortan en el mismo nivel de empleo y salarios. Así que los trabajadores no deberían sufrir ningún efecto.

El efecto sobre el finquero. El señor finquero, dado que ahora hay libre comercio, los precios de sus productos son más bajos y sus costos de producción (esencialmente costos laborales) son iguales, termina obteniendo una ganancia menor. Es decir, básicamente cae el excedente del productor (bienestar para ricos que son muy pocos), los trabajadores del campo terminan ganando lo mismo y trabajando lo mismo, y los consumidores (que incluyen a los trabajadores del campo) pueden comprar más cosas a menor precio, lo que aumenta en excedente del consumidor (bienestar para todos, donde la mayoría son pobres).

Así que cuando la izquierda defiende aranceles y prohibiciones de importación, en realidad esta defendiendo precios altos para los consumidores (que son muchos) y aumentos de los beneficios de los productores (que son pocos).

De modo que la izquierda no es tan izquierda. La izquierda defiende a los ricos.

Ojalá esto no sea cierto, no puede ser que yo, que mucha gente me tilda de neoliberal desalmado, piense más en los pobres que la izquierda nacional. Pueda ser que en los casos de los trabajadores (reformas laborales), la reforma a la salud, y los viejitos (pensiones) esté equivocado, pueda ser que en esos casos sí defiendan a los más pobres. Pero eso lo dejo para las siguientes semanas.

Por ahora tendré que aprender a vivir sabiendo que yo represento la verdadera izquierda, que el libre comercio es bueno para los pobres y que a mi me interesa defenderlos. ¿Quién lo diría?

Thursday, March 29, 2007

Focalización y Costos de Oportunidad: A propósito del Ministro Zuluaga

Hay que reconocer que el nuevo Ministro de Hacienda es un político brillante y con excelentes y bien encaminadas intenciones.

Una amiga y yo debemos ser los únicos seres que consideran divertido ver los debates del Congreso en el Canal Institucional.

Yo quedé muy sorprendido con el nombramiento del nuevo Minhacienda. Pero el martes quedé aun más cuando oí a este señor hablar de costos de oportunidad, de priorizar los recursos, de hacer efectiva la misión del Estado. Creo que estaba equivocado, este ministro me empieza a parecer brillante. Uno no tiene que ser técnico para dar en el clavo. De hecho creo a veces a los técnicos se les olvida que tan importante como el monto del gasto, también lo es su direccionamiento y este Ministro parece tenerlo bien claro.

Contextualizo lo que oí del Ministro Zuluaga y les cuento porqué digo lo que digo.

Era un debate en el Senado donde hablaban de la privatización de las electrificadotas de Boyacá y Santander.

A uno no se le podría ocurrir algo más populista que un estado empresario. Pero que cosas, lo que decía Zuluaga era todo lo contrario. Que los recursos invertidos en las electrificadotas de Boyacá y Santander (por más que generaran ganancias) estaban dejando de ser utilizados en cosas socialmente más productivas.

Yo no pienso discutir sobre si el actual gobierno es o no populista. Creo que la mayoría estamos de acuerdo en que lo es. De entrada la ancheta semanal de los consejos comunales hace claro y distinto que el gobierno es populista.

El punto acá, es que incluso de los lugares más inesperados salen personas brillantes. Y darle viabilidad política a la idea de costos de oportunidad es algo más importante que tener doctorados expertos en temas de política fiscal en Hacienda.

En últimas, Hacienda tiene tres funciones fundamentales. 1) Buscar equilibrios macro (es decir buscar un monto de recursos sostenible para el gasto del gobierno). 2) hacer manejos para acomodar el flujo de caja de la Nación en cuanto a ingresos y gastos (esto es que si por ejemplo toda la plata llega en junio, yo pueda hacer gastos en enero). Hasta ahí muy linda la cosa, todo el mundo puede hacer eso.

El punto 1, así se rasguen las vestiduras, no lo hace Hacienda por falta de instituciones fuertes. Al final, las presiones de gasto de la Casa de Nariño o del Congreso terminan entrando al presupuesto. La econometría del Consejo de Ministros cambia los supuestos macro y así, como de agache, pasan billones de recursos "sostenibles".

El punto 2 en realidad lo hacen los de Crédito Público, que son muy hábiles y se dedican a hacer trabajo de yuppies, por cierto muy bien hecho, y con sueldos muy malos para lo que logran. Así que el Ministro no afecta el cumplimiento de ese objetivo.

El tercer punto, es focalizar. A nadie se le ocurriría que Hacienda diga como debe ser el programa de atención a niños desplazados del ICBF. Pero Hacienda si debería poder decir: como las metas del Gobierno son A, B y C entonces le meto más plata a eso que a D y E. Este Ministro parece tener claro eso. Este Ministro puede darle viabilidad política a un concepto tan simple que lo ve uno en segundo semestre de economía.

Uno maximiza utilidad. La utilidad es creciente siempre, así que para que haya un máximo debe haber una restricción. La restricción implica costos de oportunidad. Así que para poder priorizar gasto. Para poder decir que los Bancafés, los Porces, los 2.500km, las Refinerías de Cartagena, los colegios, las universidades, los hospitales, las ARS y los pasivos de la AFP del ISS, son más importantes unos que otros, uno debe hacer explícito que no se puede con todo.

Ojo. Que no se puede con todo. Si se pudiera con todo, de nada serviría decir que es mejor que lo otro, uno da todo y ya.

Este Ministro, así a mucha gente le parezca populista, no tiene efecto sobre el monto de recursos, ese se define en otro lado. Pueden poner a Hugo Chávez en Hacienda, y el monto se seguirá decidiendo en esos desayunitos confidenciales de Palacio donde se negocian los proyectos de ley con proyectos de inversión.

Este Ministro tiene claro, que ese 1% del presupuesto que puede focalizar, tiene implícitos costos de oportunidad; y que hacerle explícitos esos costos al Congreso y la ciudadanía tiene un mayor efecto en el bienestar del país, que mil disertaciones doctorales con ecuaciones complicadísimas y admirables modelos estadísticos para probar que el mundo es verde y azul.

Aquí, como en el resto del mundo, los cambios en los fines del Estado, los cambios de modelo, el logro de los objetivos de una sociedad, los consiguen los políticos.

Tecnócratas serios y juiciosos que le digan a uno como se deben hacer las cosas hay millones. Políticos que logren viabilizar ese deber ser de los tecnócratas, casi no. Por eso son tan difíciles cosas como la Ley 100, la de Servicios Públicos o la de Responsabilidad Fiscal. Por eso Zuluaga, que seguramente no sabe mucho de enredados modelos de Ciclos Reales de Negocios, es posiblemente un mejor Ministro que muchos de sus antecesores.

Wednesday, February 28, 2007

Que Viva el Circo

Minagricultura: “Si es tan valiente, quédese a debatir senador; si es tan valiente, quédese (...) es que así actúan ustedes, tiran la piedra y salen corriendo (...) si es tan democrático su Polo, quédese”

La admirable capacidad colombiana de reírse de sus tragedias tiene raíces exóticas, siempre que nos ocurre alguna desventura los colombianos armamos un chiste de ella. Convertimos todo en circo. ¡El circo vende! Como dicen las profesoras de primaria: Nos gusta creer que estamos en una plaza de mercado.

Y es que nos encanta ver verduleros, nos divierte serlo y, en la medida de lo posible, sacamos ganancia de ello. Sacan ganancia los políticos, quienes por alguna exótica razón reciben réditos electorales proporcionales a lo soez de sus intervenciones. Sacan ganancia los medios de comunicación, pues entre más amarillistas sean sus noticias más pauta y ejemplares venden. Sacan ganancia los colombianos comunes y corrientes divirtiéndose con las barbaridades que ven en los medios.

Lo que es peor de todo: nadie se escandaliza. A los colombianos, que nos encanta indignarnos por cuanta noticia mala existe en el mundo, no nos indigna la hamponada ni la chabacanería de nuestros líderes. Si alguna vez usted ha oído decir que los colombianos tenemos mentes cortoplacistas, déle total crédito a sus oídos, pero sobre todo a quien se lo dice. No de otra forma se puede explicar tanta apetencia por la vulgaridad de nuestra vida nacional. Por eso no nos preocupan las reformas de largo plazo; por eso no nos importa el modelo de país que se implementa; por eso nos pasa, como la luz a través del cristal, los hallazgos de la academia; por eso nos encanta ser prácticos.

A los colombianos nos divierten los personajes que exacerban el odio y la vísceralidad. Debe ser por eso que ese programa de “Laura en América” era tan bien recibido en nuestros hogares, incluso en los de mayores ingresos y nivel de educación.

Es por eso que la mayor noticia de la semana, la más comentada, es el vergonzoso enfrentamiento entre el incendiario senador Jorge Robledo y nuestro sulfúrico Ministro de Agricultura. En la discusión sobre el TLC con EU el senador Robledo decidió increpar al senador William Montes por presidir las sesiones habiendo sido uno de los participantes del Acuerdo de Ralito.

En ese momento, el poco carismático ministro Arias ‘argumentaba’: “Si es tan valiente, quédese a debatir senador; si es tan valiente, quédese que tenemos varias cosas que decirles (...) es que así actúan ustedes, tiran la piedra y salen corriendo (...) si es tan democrático su Polo, quédese”. A estas alturas uno sólo puede esperar que Arias saque la ‘pata de cabra’, que se deje el bigote chiquito, se haga el corte conocido como ‘el siete’ y compre una casa en San Javier, un barrio popular de Medellín. De Robledo no hay que esperar nada, ya lo hemos visto en acción, incendiando y corriendo. Armando líos en los que después, los más afectados, son los colombianos pobres que tanto dice defender.

Siguiendo con nuestra querida “Laura en América”, falta ver si Arias empieza a decir que lo que se debe hacer con el programa AIS es regalar carritos sanducheros a los afectados por el TLC y dar golpizas a los opositores del Gobierno en TV nacional. Los colombianos estamos tan entretenidos con el circo que armamos, que de aquí a un año haremos desaparecer la burbuja económica en la que estamos. Ya la bolsa empezó a reaccionar con un empujoncito de China y nosotros ayudamos armando una crisis política basada en la correcta operación de la justicia.

¡Que viva el circo! Una caída económica cada cinco años no le hace daño a nadie. ¡Que viva! ¡Volvamos a niveles de pobreza mayores al 50%! ¡Que caiga la afiliación al Sistema General de Seguridad Social! ¡Que haya más desempleo, que al parecer nos hace falta! Amo esto, el comportamiento de algunos políticos nos garantiza a los otros tener trabajo relativamente bien pagado por varias décadas.

Es adorable ver como nos reproducimos quienes nos dedicamos a ese, a veces desagradecido, oficio de generar políticas. Cada vez que el país empieza a asomar la cabeza, al ver que nuestro trabajo empieza a ser inocuo, decidimos prenderle fuego a la casa y de paso hacer aquelarres en los que nos repartimos los puestos y comisiones de la misión de… ¿Racionalización del Gasto?… ¿Pobreza? o cualquier cosa que se invente alguna agencia multilateral.

Lo mejor de todo es que esos recursos de apoyo de las multilaterales, ya sean créditos o donaciones, llegan a los bolsillos más necesitados. ¡A los nuestros! (es que con esas tarjetas de crédito gold tendría que ser uno muy loco si no creyera que los ingresos de los políticos constituyen gasto social). Siempre la plata que nos dan para arreglar las embarradas nuestras termina, como debe ser en un país justo y equitativo, aceitando la economía que se da entre las calles 69A y 127, y la carrera 2 este y la autopista, en Bogotá.

Es delirante la idea de que algún día les podré decir a mis nietos que de vez en cuando, si quería un apartamento más grande, iba a insultar a un congresista. De tal forma que los inversionistas se asustaran, la gente se empobreciera y el gobierno me ofreciera trabajo por medio de alguna consultoría bien pagada o algún cargo público de alto nivel.

Esto es lo que una amiga llama demagogia académica para recibir ingresos. Ejemplos hay miles, no hay sino que leer el documento de Fedesarrollo en que defienden a capa y espada el proyecto de reforma al Sistema General de Participaciones. O a los anteriores críticos del Gobierno, escribiendo sobre sus virtudes en periódicos de amplia circulación nacional.

Y esa es la gente que elegimos para que nos represente. Esa es la gente que elegimos para que mejore nuestro nivel de vida. Para que nos de un futuro. Definitivamente todos y cada uno de los problemas de Colombia son culpa de todos y cada uno de los colombianos. ¡Sigamos con el circo!

Wednesday, February 21, 2007

La Anarco-oligarquía

O los ricos son anarquistas o se nos convirtieron en unas tardías reencarnaciones de San Francisco de Asís y le dijeron a los medios de su propiedad. Ayudadme, ayudadme y libradme de todas estas mis riquezas.
Esta semana no voy a escribir nada. Más bien, como reacción a las sonadas propuestas de derogatoria del Congreso voy a transcribir parte de un texto de Luis Carlos Valenzuela. El texto consta de cinco capítulos además de la introducción, aquí sólo se transcribe el cuarto. Ahí está para que se diviertan.

“El texto que se presenta a continuación es una conferencia dictada en una convención de distribuidores de gasolina a comienzos del año 2000. El texto fue editado y reducido significativamente para adecuarlo al tamaño de un artículo de revista.

“El objeto del texto era mostrar de una manera coloquial, no académica, como se toman decisiones de política económica y lo fácil y triste que es destruir decisores y decisiones a punta de prejuicios y lugares comunes. El tema de la liberación de precios de la gasolina no es más que un hilo conductor lo que realmente importaba era analizar lo que se tituló como 5 grandes éxitos bailables de la economía política colombiana.

(…)

“Cuarto mito.

“Dice así:

“La clase alta colombiana es la esencia de la protección del orden establecido, de la institucionalidad. Esto es evidente ya que es a ellos a quienes favorece el orden establecido.”

“Falso. Falso. Absolutamente falso. Somos el único país del mundo donde la oligarquía es anárquica. Tenemos una clase social única en el mundo, la anarco-oligarquía. Nihilismo de club, pero nihilismo.

“En los dos últimos años me he paseado por el Caguán, por el Magdalena Medio; me he sentado muchas veces con las cabezas de los mayores sindicatos de este país y más recientemente volví de paseo por las Juntas Directivas, esos sitios donde a punta de palmaditas en las mesas se define la viabilidad del país. Créanmelo, anarquía de verdad verdad, solo en los sitios donde se mueven grandes cantidades de dinero. Los otros no pasan de ser pichoncitos de revolucionarios.

“La mejor forma de ilustrar esto es con un ejemplo reciente que fue el referendo para revocar el Congreso. Circo, más circo. Aquí no nos cansamos de circo.

“En ese momento se puso en juego los rezagos de la ya infinitamente frágil institucionalidad colombiana. El Presidente decidió que no le gustaba la mitad de la representación de la democracia, el Congreso, y decidió revocarlo. El Congreso, decidió que no le gustaba la otra mitad de la democracia, el Presidente, y decidió revocarlo. El mundo entero consideró que aunque el comportamiento colombiano tradicionalmente ha sido digno sujeto del show de Bebé, Pernito y Tuerquita, aquí si se les había ido la mano, lo cual en términos prácticos se reflejó en la consideración de que el riesgo de invertir o prestarle al circo se había disparado. Animalandia, con Bebé, Pernito y Tuerquita incluidos había dejado de ser sujeto de riesgo crediticio, y los spreads sobre el tesoro, la prima sobre la tasa de interés, se incrementaron en 1000 puntos.

“Cabe hacer una pequeña digresión en esta historia. La propiedad de un alto porcentaje de los medios de comunicación en este país están concentrados en los grandes grupos. Aquí no hay Garza Sadas, Azcarragas y Slims. Aquí no solo la riqueza está concentrada. También los ricos.

“Si los medios son de los poseedores de la industria y de los demás sectores, entonces uno esperaría que los medios protejan la riqueza de sus propios dueños.

“Falso. Falso.

“Los medios vieron que este juego de revoquémonos todos a todos hasta que no quede absolutamente nada, daba para fantásticos titulares y entre más circo más circulación. Será que circulación viene de Circo? Unos a otros se tildaban de ladrones. Unos a otros se tildaban de ineptos. Que viva el circo.

“Mientras tanto los mercados internacionales se enloquecían diciéndole a los bancos que se salieran del país. La tasa de interés implícita de los papeles colombianos que se transan en el exterior superó con creces la de los más atrasados países africanos.

“Pero eso que importa? Aquí parecería que ricos y pobres decidieron que eso no era problema de ellos. Lo de ellos no era lo de los spreads, sino incendiar el país polarizando. El peligrosísimo juego de las mutuas revocatorias.

“Esto es realmente extraño si uno parte que los grandes patrimonios de este y de cualquier país dependen esencialmente de la tasa de descuento que se use para valorarlas. El valor de una empresa es esencialmente el flujo de caja proyectado, dividido por la tasa de descuento, que es un costo de oportunidad afectado por el riesgo. Entre más riesgo se perciba, mayor retorno van a pedir los inversionistas y la forma de obtenerlo, asumiendo que las características operacionales de las empresas permanecen constantes, es disminuyendo su valor.

“Para explicar esto se hizo un ejercicio, analizando los mayores grupos económicos del país. Se tomaron sus márgenes operacionales del año 1997 y se dividieron por el retorno exigido por los inversionistas en ese año, que insisto está principalmente ligada a la percepción de riesgo país. Sobra decir que a mayor debilitamiento de la institucionalidad, mayor percepción de riesgo, mayor tasa de descuento y menor valor de las empresas.

“Entre el año 1997 y el año 1999 los márgenes operacionales de los mayores grupos colombianos se redujeron sustancialmente al expresarlos en dólares, por efecto de la recesión y de la devaluación real. Pero eso no es lo más grave, en el mismo período las tasas de descuento a las cuales alguien estaba dispuesto a comprar empresas en Colombia se había disparado de 12% a 20%. Eso implica que los mayores grupos económicos de Colombia perdieron en ese periodo de tiempo alrededor de 4 billones de dólares que representan aproximadamente el 40% de su patrimonio. Se nos volvieron pobres los ricos. De pronto esa es la única forma de mejorar la distribución del ingreso en Colombia.

“Pero eso de volverse pobres pasa hasta en las mejores familias, lo extraño de este proceso es cuando la gente se vuelve pobre voluntariamente. Yo les digo o son anarquistas o todos se nos convirtieron en unas tardías reencarnaciones de San Francisco de Asís y le dijeron a los medios de su propiedad. Ayudadme, ayudadme y libradme de todas estas mis riquezas. De que otra manera se explica uno que mientras que las tasas de interés de la deuda colombiana subían y subían, los medios, que hasta donde entiendo tienen alguna responsabilidad social, seguían echando leña al fuego para que la institucionalidad quedara convertida en irreconocibles cenizas.

“Repito la cifra porque es francamente impresionante, los grandes grupos económicos, principalmente por la desinstitucionalización del país, han perdido cerca de 4 billones de dólares en cinco años. A nuestros ricos ya los sacaron de las fotos de Forbes y Fortune. Tan acostumbrados que estábamos a esas fotos donde los años parecen no pasar. Particularidades de los ricos.

“Más triste aún, el ingreso en dólares del Colombiano promedio ha caído en 30% en el mismo período Esto, esto si no es gracioso. Esto es pobreza de verdad. De donde sacaran a los millones de Colombianos que con los ingresos de 1997 con dificultad sobrevivían? Que mal negocio ha sido el circo. Que caro nos han salido las boletas.

“Pero como aquí estamos trabajando hipótesis de Economía Política de pronto la razón es otra. La razón es que quienes trabajan en los medios, independiente a la posición social de sus dueños y los intereses que estos representan, si tienen conciencia social. Es más son los últimos bastiones del PST, Troscos ortodoxos, o pura Kampuchea Socialista, esos sesguitos Khmer Rouge del PC. Si es eso, hasta bonito sería. Infiltrados en la casa del enemigo, el periodismo colombiano mina las estructuras de la burguesía desde sus órganos reproductores. Si esto fuera cierto, el Che se nos levanta de la tumba y Daniel el Rojo coge buseta Directo Caracas.

“Alcancé a emocionarme, pero el más básico análisis económico que debieron haber hecho todos nuestros perspicaces periodistas desde sus unidades investigativas prueba que la más afectada, como siempre, es la clase trabajadora de este país.

“El análisis es similar al que se hizo para la implicación de que el sector público retomara la función de expandir el sector eléctrico.

“Dado que la mayor parte de las industrias colombianas están ahogadas, con dificultad pueden pagar las deudas para no ser ejecutadas. Eso quiere decir que para pagar cualquier incremento en tasas de interés los ingresos deben provenir del único costo fijo reducible que son los salarios.

“El efecto de la desinstitucionalización para el momento de las revocatorias había hecho subir la tasa de interés en 6%. Como la tasa de interés interna y la externa deben igualarse ya que de otra manera la fuga de capitales se tornaría imparable, podemos asumir que todo el efecto Animalandia también haría crecer la tasa de interés interna en 6% Ahora sobre la base de una deuda total, interna y externa de US$ 30.000 millones, un incremento de 6% puntos implica un mayor pago de US$1.800 millones de dólares por año. Asumiendo que un empleado promedio cuesta seis millones de pesos al año, sería necesario liquidar 600.000 empleados para pagar la boleta del circo, que de puros desocupados nos inventamos y que los medios se encargaron de rociar con gasolina subsidiada y tirarle fosforitos por todo lado. Sigamos con el ejercicio, 600.000 empleos directos con 4 personas dependientes por empleado, implica que el número potencial de colombianos entrando a miseria absoluta sería de tres millones.

“Definitivamente mi teoría comunista de los medios no tiene ni pies ni cabeza. La de anarco-oligarquía parece tener mucho más asidero. Un nivel de pauperización de este tamaño, no lo podría diseñar ni el más malo de los malisísimos funcionarios del Fondo Monetario Internacional.

“Que tiene que ver con esto con la historia de la gasolina. Pues casi todo. Que en su paso por el circo la distorsionaron de tal manera que nadie se ganó el premio que debía haber sido un menor déficit fiscal, menores tasas de interés, mayor reactivación, menor desempleo y una cuantiosa cantidad de recursos destinados a fines socialmente más loables que el subsidiar los usuarios de carro que en Colombia, gústeles o no, hacen parte de los grandes privilegiados.

“Es que aunque no compran periódicos y no hacen parte del rating que les importa a los anunciantes, quien está realmente mal en Colombia no son los dueños de carros viejos y pequeños, es el 50% de colombianos sin alcantarillado, el 30% que no tiene ninguna cobertura de salud, el creciente sector informal que saca sus hijos a trabajar expulsados de un agro sin posibilidad de retorno alguna. Lamentablemente esta gente no se suscribe a los periódicos, nunca ve Señal Colombia y no es el rating que sirve para efectos de vender pauta en franja TripleA.”

Para los que quieran leer el artículo completo: “Cinco Grandes Éxitos de la Economía Política Colombiana”, se puede bajar de webpondo.org.

Wednesday, February 14, 2007

Cambiando la Plata de Bolsillo

El proyecto de reforma al Sistema General de Participaciones tiene el poco encomiable propósito de pasar la plata del bolsillo derecho… al izquierdo.
Como lo prometido es deuda esta semana sigo con el consabido tema del Sistema General de Participaciones (SGP). La reforma, como dije la semana pasada, busca impedir que las transferencias a los municipios y gobernaciones crezcan a una tasa que el Gobierno considera insostenible. Según el Gobierno Nacional, si la reforma que presentó al Congreso es aprobada, se podrá cumplir con el Plan Nacional de Desarrollo, de otra forma se comprometerá su ejecución.

Detrás de esa conclusión que el Gobierno expone tan alegremente, subyace la idea de que los recursos del presupuesto, que no irían a los departamentos y municipios por cuenta de la reforma, se podrían ahorrar o utilizar en cosas diferentes. Sin embargo se está obviando la existencia de obligaciones constitucionales y legales por parte del Estado.

Explico: los recursos del SGP se destinan mayoritariamente a educación y salud. La política social del Gobierno, en su mayor parte, se ejecuta por medio de los recursos de SGP. Ahora, ¿qué pasaría si se redujeran los recursos de SGP? Simplemente el Gobierno Central tendría que poner recursos del presupuesto para atender las necesidades que hubieran quedado descubiertas. En últimas el Estado, el Sector Público Consolidado, seguiría gastando la misma plata. Y lo que es peor de todo, el Gobierno Central giraría el mismo monto de recursos con o sin recorte (sin recorte vía SGP, con recorte vía unas mayores erogaciones por servicios de educación, salud y los demás descubiertos). Esto sigue una lógica simple, ni los colegios ni los hospitales, así como ni los alumnos ni los pacientes, desaparecen porque haya un Acto Legislativo que cambie la formula de repartición de los recursos públicos.

Así las cosas sólo parece haber dos posibles razones por las cuales el Gobierno hace una inversión de capital político tan importante. Por un lado se puede pensar en la necesidad de “girar el cheque” desde Bogotá. En la medida en que no sean las gobernaciones ni los municipios quienes paguen por los servicios de sus habitantes, sino el Gobierno Nacional, los rendimientos políticos de cualquier colegio, hospital, acueducto y demás llegarán directamente a la Casa de Nariño.

Por otro lado es posible que el Gobierno esté pensando en obviar las obligaciones que tiene de proveer ciertos servicios a los habitantes del país. En este caso es importante recordar que la mayoría de los servicios cubiertos por el SGP se vuelven exigibles desde la primera vez que se tiene acceso a ellos. Desde luego este caso es bastante maquiavélico y por demás alejado de la realidad. Incluso si se pensara en hacer eso, la Rama Judicial entraría a proteger los derechos descubiertos por la reforma, lo que nos llevaría a una situación como la del párrafo anterior, donde Bogotá es quien gira el cheque, pero sin los rendimientos políticos para la Casa de Nariño.

Concluyendo. Queda claro que la reforma más importante del Gobierno, la reforma al SGP, que implica un desgaste político tan importante, sólo logrará cambiar la plata de bolsillo. Y nos dicen que esto mejorará la sostenibilidad financiera de la Nación. ¡Por Favor!

Thursday, February 08, 2007

El Descalabro de la Descentralización

Detrás del proyecto que reforma el Sistema General de Participaciones yace el cuerpo inerte de la descentralización administrativa.
Actualmente cursa en el Congreso de la República un proyecto que busca evitar que las transferencias a los municipios y gobernaciones aumenten desmedidamente al volver al antiguo sistema en 2009. La idea que el Gobierno Nacional ha vendido es que, de no hacerse la reforma, tendría que transferir a los municipios un monto tan grande que minaría el equilibrio financiero que se ha conseguido con tanto esfuerzo durante los últimos años.

Sin embargo, la reforma presenta dos problemas principales. Por un lado la propuesta gubernamental hace que, en el largo plazo, la descentralización retroceda, es decir, que los municipios y departamentos cuenten con menores recursos como porcentaje del total de los del Estado. Por otro lado, se está obviando la existencia de obligaciones constitucionales y legales por parte del Estado, lo que hace imposible que la reforma contribuya a mejorar la posición fiscal del país. En esta columna hablaré solamente del primer problema, el segundo lo tocaré la semana siguiente.

Para entender el punto del retroceso de la descentralización, que subyace la reforma que pretende implementar el Gobierno, es necesario saber como funciona el Sistema General de Participaciones (SGP). Para empezar, la norma constitucional se limita a la forma en que debe crecer el monto de recursos que el Gobierno Nacional transfiere a los Entes Territoriales. De esta forma, la pelea entre el Gobierno y los territorios es sobre una sencilla fórmula de crecimiento.

Luego de haber sido negociada con diversos sectores políticos, la actual reforma dice que siempre que la economía crezca al 4% o menos, las transferencias crecerán al 2.5% en términos reales (es decir, por encima de la inflación). Si la economía crece por encima del 4%, ese excedente de crecimiento se sumará al 2.5% del que se había hablado antes.

El punto que hace que la reforma represente un retroceso del proceso de descentralización está en la diferencia entre el 2.5% que crecen las transferencias y el límite de 4% para el crecimiento de la economía. Explico: Como es comúnmente aceptado por los economistas, tanto la economía como el recaudo de impuestos crecen en la misma proporción. Esto porque los impuestos como porcentaje del PIB no varían en mayor medida, si no cambian sus fórmulas de cobro.

En un mundo en que la economía crece al 4%, los Entes Territoriales estarán viendo crecer sus recursos un 2.5%, mientras que el ingreso por impuestos del Gobierno Nacional crece al 4%. De esta forma, la diferencia de crecimientos, hace que en el largo plazo, los Entes Territoriales reciban cada vez menos recursos como porcentaje de lo que recibe el Estado por concepto de impuestos.

Por lo anterior, en el futuro, se puede esperar que tanto los municipios como los departamentos pesen cada vez menos en la definición de las políticas, debido a que una proporción creciente de los recursos son manejados discrecionalmente por el Gobierno Nacional Central. Así las cosas, el fin de descentralizar el poder, que se buscaba con la Constitución de 1991, quedará relegado por un tema de sostenibilidad fiscal. Una sostenibilidad fiscal que como se verá en la siguiente columna, no se alcanzará con este proyecto.

¡Excelente esta forma de mejorar la capacidad de los Entes Territoriales de responder a las necesidades de sus habitantes!

Monday, January 29, 2007

Salarios… Salarios

El futuro del país puede estar comprometiéndose por el ahorro de recursos en el pago de los salarios del sector público.
Muchas veces, durante las largas conversaciones de sobremesa en las reuniones sociales, o durante los coctelillos ofrecidos por algún empresario interesado en presentar algún producto, se oyen frases como “esos empleados públicos no hacen nada”, “son completamente improductivos”, “es el colmo que ganen tanto” o “es increíble que suban los impuestos para pagarse mayores salarios”.

Voy a obviar la discusión sobre si los impuestos sirven para pagar los abultados sueldos de los empleados públicos, o si más bien sirven para la realización de programas sociales como Familias en Acción u obras de infraestructura necesarias para el desarrollo económico del país. Más bien me voy a concentrar en un tema ampliamente comentado por mis colegas economistas y muchos otros profesionales dedicados a la ardua, y a veces, desagradecida, labor pública: los bajos salarios del sector.

Cuando un economista se gradúa tiene, en la mayoría de los casos, dos opciones de ejercicio de la profesión: las actividades privadas, muchas veces equiparables a la administración, y las actividades públicas o de investigación. En las primeras la labor principal que desempeñará el economista en su vida laboral estará ligada a la búsqueda de la maximización de beneficios, a la maximización de las ganancias de alguna empresa. Esto lo puede hacer trabajando en un banco, haciendo estudios de riesgo o moviendo millonarias cantidades de dinero; en una firma de banca de inversión, buscando las mejores oportunidades para hacer negocios; o trabajando en el sector real, donde se producen las cosas.

Por otro lado, el economista que sigue la segunda opción se dedica a generar bienestar. Bienestar para la población, bienestar para los más necesitados. Esto lo hace bien sea por medio de la ubicación de los enormes recursos estatales en diferentes sectores claves para el desarrollo social del país, por ejemplo salud, educación, infraestructura, etc. o bien sea por medio de la investigación, donde encuentra las mejores formas de afrontar un problema de la sociedad o evalúa los mecanismos aplicados anteriormente para la solución de esos problemas y recomienda cambios.

Sin demeritar la labor de los que eligen la primera opción, en últimas de ellos depende buena parte del desarrollo del país, los que se van por caminos más públicos o investigativos tienen, desde el principio, mayores responsabilidades que los otros. Explico. Cuando un investigador pequeño debe evaluar, por ejemplo, el componente de educación de Familias en Acción, tiene la posibilidad de influenciar la decisión de continuar o no con el programa, o de aumentar, disminuir los recursos o la forma en que se usan (dependiendo de lo que recomiende).

En general, dado el tamaño del Estado frente a cualquier empresa, el economista público o investigador, por pequeño que sea, tiene influencia sobre una mayor cantidad de recursos frente a sus colegas privados. Lo anterior hace que su trabajo afecte a miles, si no millones de personas. Pensando en el ejemplo anterior, el economista público o investigador tiene sobre sus hombros, en plata blanca, el futuro educativo y el consiguiente desarrollo personal de miles de niños.

El caso de otras profesiones es igual. Sólo piénsese, por ejemplo, en un abogado que trabaja haciendo la parte legal de grandes negocios (fusiones y venta de empresas) y su contraparte pública (haciendo lo mismo, pero con un sueldo fijado por decreto y no una comisión sobre el negocio).

Sin embargo esto no se ve reflejado en los salarios que reciben estos economistas. Como anoté al principio, es común que la gente piense en los altos cargos del gobierno tienen unas remuneraciones elevadísimas y que todos son ricos.

Un estudio hecho para el Banco Interamericano de Desarrollo por Nelson Marconi, Laura Carrillo y Claudia Helena Cavalieri en 2003, muestra que en Colombia la diferencia de los sueldos entre la dirigencia del sector público y el privado es de al menos 59.8%, desde luego, en desmedro de los trabajadores públicos. Es decir, que para un empleado del sector privado que gane $10 millones, su contraparte pública, con iguales responsabilidades, ganará $4 millones.

Con estas cifras, uno sólo puede pensar que los economistas buenos y con altos niveles de calificación son fácilmente tentados por el sector privado. De esta forma, los pocos economistas altamente calificados que quedan dedicándose a la investigación o las labores públicas son aquellos con una fuerte vocación o poco conocimiento del sector privado. Los demás posiblemente no sean los más aptos para desempeñar las labores que se les encargan, sin embargo son los únicos que están dispuestos a aceptar los bajos salarios. Es decir, que no obstante las fuertes responsabilidades y el poder de decisión con efecto sobre millones de personas, por ahorrar unos pesos, estamos dejando estas responsabilidades en cabeza de gente que posiblemente no es la mejor o cuya permanencia en el cargo es poco duradera, lo que elimina la continuidad de las políticas.

Esta brecha entre los trabajadores públicos e investigadores y los privados es una constante en la mayoría de los países, sin embargo Colombia es un país con tantas necesidades, que darnos el lujo de ahorrar unos pesos en salarios, nos puede estar costando el bienestar de millones de personas en el largo plazo.

Thursday, January 18, 2007

El Extraño Crecimiento Económico

Candide, ou l'Optimisme o Giorgio Armani


De vuelta a las labores pido disculpas a los asiduos lectores de este blog por haberle descuidado. Pero las vacaciones, el buñuelo y la rumba desenfrenada me reclamaban después de un año laboral, por demás, bastante agitado.

Durante estas largas vacaciones, además de las obvias y muy extendidas ocupaciones baconianas, también reaparecieron algunas lecturas de mi época de colegio. Esas lecturas que llegan a uno en el momento que no es y que uno no logra entender, pero que años después adquieren un significado ilustrador.

Ese fue el caso del Cándido (1755) de Voltaire, que volvió a mis manos apenas dos semanas después del pomposo anuncio del DANE de un crecimiento del 7.68% para el tercer trimestre del 2006.

Voltaire escribió este cuento largo para refutar la conclusión de Gottfried Leibniz y Alexander Pope que pregonaba una idea causal del universo, en la que todo pasa por una razón, haciendo de este el mejor de los mundos posibles.

“Toda la Naturaleza es Arte, aunque tu no lo entiendas,
el Azar es una dirección que tu no logras ver;
la Discordia, la Armonía no comprendida;
todo Mal parcial, Bien universal:
Y, a pesar del Orgullo, a pesar de los errores de la Razón,
Sólo hay una verdad clara: Todo lo que existe es bueno”

Pope A. (1733) Essay on man.
Cándido es el protegido del Baron de Westfalia. Cunegunda la adorada y hermosa hija del Barón. El hijo del Barón es una persona prepotente y autosuficiente. Pangloss es el tutor de los tres, quien les enseña que este es el mejor de los mundos posibles.

A lo largo del Cándido se presenta la maldad, el mal es un constante en la vida y el bien es poco duradero. No hay mucha evidencia de causalidad y, en general, las causas son engañosas. Pangloss muere ahorcado y reaparece condenado a una galera. A Cunegunda la violan y matan y aparece dedicada a la profesión más antigua de la humanidad. El hijo del Barón muere asesinado por Cándido y resurge como compañero de Pangloss. La muerte y la vida se suceden con o sin motivo.

La vida de Cándido, como la de los demás personajes, es obra del azar. La suerte le acompaña. Todas las situaciones descritas en el cuento son impredecibles y por lo tanto fuera de control. La razón no es suficiente para dirigir al destino. ¿Quién podría prever lo que le ocurriría a Cándido tras ser arrojado del castillo por el Barón?. Nadie, y este es el espíritu del relato: vamos viviendo a golpes, la razón sólo sirve para hacer más llevadero el destino, no para moldearlo.

Esto me hizo pensar en una de las noticias más impactantes del último mes: el mencionado anuncio del DANE. La economía creció en el tercer trimestre de 2006 la asombrosa cifra de 7.68%. Para cualquiera familiarizado con las cifras de crecimiento, resulta asombroso que Colombia presente estos niveles. Y es que hasta hace un par de años el país crecía al 3.72% (para el mismo periodo de 2004).

No parece haber mucha relación causal. Las políticas del Gobierno no han acabado con los problemas estructurales que aquejan a la Nación, con excepción de la seguridad. Lo que uno esperaría es que el entorno de mayor seguridad haya mejorado las perspectivas de los inversionistas, de esta forma el crecimiento aumentaría a un nivel igual al que se presentaba en la primera mitad de los noventa. Sin embargo esto no ha ocurrido. Lo que se ve es un crecimiento que aumenta por encima de esos niveles.

Lo extraño es que la calidad y cobertura de la educación no ha aumentado considerablemente en el corto periodo de 2004 a 2006, el nivel de deuda no ha caído (cuando se elimina el efecto del crecimiento y el bajo precio del dólar), la infraestructura no recibe suficiente inversión, y la apertura comercial aún no ha empezado. Es decir seguimos igual.

Lo que esta pasando es un efecto de confianza como lo dice el Gobierno. Es la política fiscal “Giorgio Armani”, cuando alguien tiene un Armani la gente tiende a pensar que sabe invertir la plata y le prestan más fácilmente para sus proyectos.

El país compró un Armani al elegir a Uribe. Los inversionistas creen en él. Traen plata al país y de esta forma la economía crece y el dólar baja. Con una economía que crece, cae la deuda como porcentaje del PIB y con un dólar que baja, la deuda externa se vuelve cada vez más barata. Y voilà, se tiene un país boyante con una política económica que no ataca de forma directa los problemas del país, pero que los soluciona a punta de imagen.

De modo que no hay una causa real. Todo es pura percepción. La conclusión: nuestro mundo se parece cada vez más al de Cándido que a los de los modelos de crecimiento económico.
Site Meter