Thursday, January 18, 2007

El Extraño Crecimiento Económico

Candide, ou l'Optimisme o Giorgio Armani


De vuelta a las labores pido disculpas a los asiduos lectores de este blog por haberle descuidado. Pero las vacaciones, el buñuelo y la rumba desenfrenada me reclamaban después de un año laboral, por demás, bastante agitado.

Durante estas largas vacaciones, además de las obvias y muy extendidas ocupaciones baconianas, también reaparecieron algunas lecturas de mi época de colegio. Esas lecturas que llegan a uno en el momento que no es y que uno no logra entender, pero que años después adquieren un significado ilustrador.

Ese fue el caso del Cándido (1755) de Voltaire, que volvió a mis manos apenas dos semanas después del pomposo anuncio del DANE de un crecimiento del 7.68% para el tercer trimestre del 2006.

Voltaire escribió este cuento largo para refutar la conclusión de Gottfried Leibniz y Alexander Pope que pregonaba una idea causal del universo, en la que todo pasa por una razón, haciendo de este el mejor de los mundos posibles.

“Toda la Naturaleza es Arte, aunque tu no lo entiendas,
el Azar es una dirección que tu no logras ver;
la Discordia, la Armonía no comprendida;
todo Mal parcial, Bien universal:
Y, a pesar del Orgullo, a pesar de los errores de la Razón,
Sólo hay una verdad clara: Todo lo que existe es bueno”

Pope A. (1733) Essay on man.
Cándido es el protegido del Baron de Westfalia. Cunegunda la adorada y hermosa hija del Barón. El hijo del Barón es una persona prepotente y autosuficiente. Pangloss es el tutor de los tres, quien les enseña que este es el mejor de los mundos posibles.

A lo largo del Cándido se presenta la maldad, el mal es un constante en la vida y el bien es poco duradero. No hay mucha evidencia de causalidad y, en general, las causas son engañosas. Pangloss muere ahorcado y reaparece condenado a una galera. A Cunegunda la violan y matan y aparece dedicada a la profesión más antigua de la humanidad. El hijo del Barón muere asesinado por Cándido y resurge como compañero de Pangloss. La muerte y la vida se suceden con o sin motivo.

La vida de Cándido, como la de los demás personajes, es obra del azar. La suerte le acompaña. Todas las situaciones descritas en el cuento son impredecibles y por lo tanto fuera de control. La razón no es suficiente para dirigir al destino. ¿Quién podría prever lo que le ocurriría a Cándido tras ser arrojado del castillo por el Barón?. Nadie, y este es el espíritu del relato: vamos viviendo a golpes, la razón sólo sirve para hacer más llevadero el destino, no para moldearlo.

Esto me hizo pensar en una de las noticias más impactantes del último mes: el mencionado anuncio del DANE. La economía creció en el tercer trimestre de 2006 la asombrosa cifra de 7.68%. Para cualquiera familiarizado con las cifras de crecimiento, resulta asombroso que Colombia presente estos niveles. Y es que hasta hace un par de años el país crecía al 3.72% (para el mismo periodo de 2004).

No parece haber mucha relación causal. Las políticas del Gobierno no han acabado con los problemas estructurales que aquejan a la Nación, con excepción de la seguridad. Lo que uno esperaría es que el entorno de mayor seguridad haya mejorado las perspectivas de los inversionistas, de esta forma el crecimiento aumentaría a un nivel igual al que se presentaba en la primera mitad de los noventa. Sin embargo esto no ha ocurrido. Lo que se ve es un crecimiento que aumenta por encima de esos niveles.

Lo extraño es que la calidad y cobertura de la educación no ha aumentado considerablemente en el corto periodo de 2004 a 2006, el nivel de deuda no ha caído (cuando se elimina el efecto del crecimiento y el bajo precio del dólar), la infraestructura no recibe suficiente inversión, y la apertura comercial aún no ha empezado. Es decir seguimos igual.

Lo que esta pasando es un efecto de confianza como lo dice el Gobierno. Es la política fiscal “Giorgio Armani”, cuando alguien tiene un Armani la gente tiende a pensar que sabe invertir la plata y le prestan más fácilmente para sus proyectos.

El país compró un Armani al elegir a Uribe. Los inversionistas creen en él. Traen plata al país y de esta forma la economía crece y el dólar baja. Con una economía que crece, cae la deuda como porcentaje del PIB y con un dólar que baja, la deuda externa se vuelve cada vez más barata. Y voilà, se tiene un país boyante con una política económica que no ataca de forma directa los problemas del país, pero que los soluciona a punta de imagen.

De modo que no hay una causa real. Todo es pura percepción. La conclusión: nuestro mundo se parece cada vez más al de Cándido que a los de los modelos de crecimiento económico.

1 comment:

Anonymous said...

pARA SABER DE DONDE VIENE LA PLATA, LEASE "ILICITO" DE MOISES NAIM

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