Tuesday, May 22, 2007

Sobre las Mentiras de la Izquierda (II)

¡Y seguimos representando la posición más radical de izquierda!
Retomo el tema de las mentiras de la izquierda. Hoy le toca el tema a las pensiones. Como no quiero entrar en temas áridos de estudios actuariales y costos políticos voy a hablar de algo que ha hecho carrera en las últimas semanas: el pasivo pensional de las universidades públicas.

Las protestas que infartaron el ya deteriorado tráfico capitalino se originaron en un artículo del Plan de Desarrollo, este artículo básicamente busca que las pensiones de los docentes de las universidades públicas se paguen, tanto con recursos de las universidades, como con recursos del Presupuesto General de la Nación.

Al respecto, Alejandro Gaviria comenta que esto es exactamente lo mismo que ha venido pasando en los últimos años. Así que uno no entiende como es que el artículo, que formaliza lo que ya venía ocurriendo informalmente, genera tal caos.

Dos temas entran en este punto. El de la equidad y el de la protesta. Frente al segundo la posición es obvia, la izquierda usa sistemáticamente como idiotas útiles a los estudiantes de la universidad pública. Los pone a marchar por un artículo que hace formal lo que ya pasaba. Como es apenas obvio, la izquierda, que defiende a los pobres, debe tener muy claro que lo que hace daño no son las leyes sino las acciones u omisiones que se derivan de esas leyes. Así que si no habían protestado antes, cabe preguntarse porqué lo hacen ahora. Como el efecto sobre la misma gente de la misma política es el mismo y antes no protestaban, debe ser que ni la política ni la gente son los que importan. La razón de la protesta es, entonces, otra diferente. Una que no nos han contado. Una que no deben poder contar.

Por el lado de la equidad. Sigo con mi martirio, resulta que sigo pensando en los pobres. Una pensión que alguien recibe y para la que no ahorró es básicamente un regalo que le da alguien. Como el pensionado ya no trabaja y como los únicos que producen son los que trabajan, el regalo debe ser de parte de los que trabajan para los que no trabajan. Hasta ahí nada de malo. Para que ese regalo sea justo, el regalo que da cada persona que trabaja hoy, debe ser igual al regalo que va a recibir en el futuro.

Es una cosa de simple justicia. En la medida en que haya un desequilibrio. En la medida en que haya alguien que reciba más que lo que dio. Alguien esta perdiendo. Y en este caso, en las pensiones, los que pierden son los jóvenes, que suelen ser los más pobres, cuando se les comprara con los viejos. Así que la izquierda defiende los privilegios de los de hoy, a costa del trabajo de los de mañana.

Muy lindo, quítele plata al hijo para dársela al papá. Y como la plata se acaba, no le de nada al hijo. Al final, lo que vamos a tener, es un montón de viejitos, los jóvenes de hoy, sin pensión y sin la posibilidad de exigirla por medio de pagos que hagan sus hijos. Pues en esos momentos, ellos seguirán pagando la pensión de sus abuelos.

Cada vez duermo menos. Ahora resulta que no sólo me importan los pobres. También me importan los viejitos. Los de hoy, para que reciban pensiones justas. Y los de mañana, para que reciban pensiones también justas. Parece ser que a la izquierda sólo le importan los de hoy. Parece ser, de nuevo, que yo, un neoliberal desalmado, represento la posición de izquierda más radical del país.

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