Wednesday, June 16, 2010

Santos no será Uribe

Aquellos que votan por Juan Manuel porque es la continuidad pueden llevarse más de una sorpresa.

Juan Manuel Santos no es Álvaro Uribe. Esta verdad simple, que debería estar clara para los electores, parece no ser conocida por la gente. Ni el futuro ex presidente será su jefe, ni le dará ordenes. Tampoco será Uribe quien maneje el Congreso, ni las políticas, ni los contratos. No habrá Consejos Comunales, ni ministros inamovibles.

Hay que reconocerlo. Santos es un político genial. Aunque nunca antes había logrado meterse en el corazón de los colombianos, en estas elecciones supo como cabalgar sobre la popularidad de su antecesor. Supo como arroparse con la imagen del gobierno que termina para pasar a segunda vuelta y, con ese mismo ropaje, muy probablemente se hará elegir.

Pero hasta ahí llega su uribismo. Es más, en estos momentos en que Santos se siente más Presidente que candidato, ya empezó a desacatar los guiños –órdenes- que le llegan desde Palacio. Aceptó a Cesar Gaviria en su rebaño, aun cuando Uribe se rasga las vestiduras.

Desde luego, Santos mantendrá el ataque frontal contra la guerrilla, pero todos los otros candidatos lo hubieran hecho, de modo que eso no lo hace más o menos uribista. Santos se hará elegir avalado por un partido que no fue el de Uribe. Se llama Partido de la U más por una estrategia de marketing político, que por la convicción de que sea Uribe su mentor. Ese partido fue creado para agrupar organizaciones que no habrían podido superar el umbral en las elecciones, para mantener sus cuotas en el Congreso y mantener su poder político. Se creó por oportunismo. Hoy por hoy, además de la seguridad, no tiene claros sus principios, lo que lo mantiene en el nivel de montonera. Más aún, es montonera porque su único principio, la seguridad, es hoy una política de Estado.

Santos se hará elegir como si fuera Uribe reencarnado, pero no lo es. El quiere ser un presidente histórico, no sólo un presidente. Sus propuestas de tercera vía (idea que el mismo ha defendido en un libro escrito con un ex primer ministro británico) no se parecen en lo más mínimo a las políticas implementadas por Uribe. Santos no mantendrá políticas fallidas como los subsidios agropecuarios, ni defenderá el legado del sistema de salud que Uribe nos deja. No mantendrá las exenciones tributarias tan defendidas por Uribe, porque las considera ineficientes e injustas, aunque en campaña diga lo contrario. Intentará cuantas veces sea necesario hacer aprobar una reforma tributaria estructural, en vez de mantener la colcha de retazos que su antecesor ayudó a crear.

Santos echará para atrás esa desinstitucionalización vergonzosa a la que nos ha avocado Uribe. Respetará a los jueces y sus decisiones, aunque ese camino lo recorrerá más lentamente, para que no sea tan evidente el cambio. Es más, atenderá el llamado de la Ola Verde -por eso sus guiños sucesivos en los debates- y atacará de frente la corrupción, aunque eso signifique traicionar a varios de sus actuales aliados.

Buscará quitarle a los entes territoriales el manejo de los recursos que, el considera, gastan de forma ineficiente. Cosa contraria a lo hecho por Uribe, quien les giraba cheques para ganar fidelidad política. Seguramente buscará reelegirse y por ello mantendrá muchos programas clientelistas y politiqueros, programas asistencialistas como Familias en Acción, pero los irá disminuyendo poco a poco.

Santos va a gobernar para ser un presidente histórico. Uribe gobernó para ser un presidente popular. Y aunque buena parte de su popularidad se cimentó en los avances en seguridad, avances que lo llevaran a la historia, Santos no se quedará allí. La carrera de Santos no es para ser presidente. Su carrera es para ser un presidente al que la historia, y no la opinión, catalogue como el mejor que hayamos tenido. Por el bien de la República, ojalá lo logre.

2 comments:

Camilo said...

Sin duda alguna...... pero no veamos esto como el comienzo de un mal tiempo ni mucho menos....confiemos en que todo va a ser mejor, por mas ingenuo que suene demosle la oportunidad a Juan Manuel de hacer lo que él cree conveniente para el país...si llegará el momento en que debamos arrepentirnos, ese momento no estará muy lejos

Anonymous said...

Ramón Dice: Interesante el discurso, sin duda se observa el uso del lenguaje político en tu análisis de coyuntura. Se rescata la investigación sesudamente descrita por usted. Sin embargo, desde la Cooperación al Desarrollo, donde se encuentra inverso el concepto de Gobernaza como instrumento de Ayuda Humanitaria de la UE hacia terceros países, es complejo señalar de inoperantes programas de gobierno como Familias en Acción. En consecuencia, comparto la justificación del trabajo, aportándole, que aquellos proyectos hacia población desplazada son la cajita menor del presidente de la república hacia el sistema clientelista de nuestro país, donde la gran mayoría de agentes dentro del legislativo y ejecutivo acuden por sus respectivos votos departamentales a cambio de dadivas hacia la democracia.
Ver: http://www.moe.org.co/home/doc/moe_nacional/19%20-%20PRON_ESCRUTINIOS.pdf

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